Meditación budista y neurociencia (2)

Siguen las investigaciones sobre la manera en que la meditación altera la mente.

El científico Zoran Josipovic de la Universidad de Nueva York lleva desde 2008 investigando sobre la influencia en la mente de la práctica de la meditación. Para ello conecta los cerebros de eminentes monjes budistas a un aparato de resonancia magnética y observa lo que sucede cuando comienzan a meditar, intentando comprender cómo se reorganizan sus cerebros durante el ejercicio. El escáner rastrea el flujo de sangre dentro del cerebro de los monjes y se hace eco de una especie de ritmo musical que se produce.

Josipovic trata de explicar por qué algunos meditadores logran un estado de ‘no-dualidad’ o ‘unidad’ con el mundo, una conciencia unificadora entre la persona y su entorno. En principio, los resultados apuntan a que el cerebro tiene capacidad para cambiar y optimizar sus funciones de alguna manera.

Según Josipovic, el cerebro parece estar organizado en dos redes: la red extrínseca y la intrínseca (o red por defecto). La parte extrínseca del cerebro se activa cuando las personas se centran en tareas externas, como practicar gimnasia o servir una taza de té. La red por defecto funciona cuando la gente reflexiona sobre asuntos que se refieren a sí mismos y sus emociones.

Pero las dos redes rara vez están completamente activas al mismo tiempo. Actúan como un columpio: cuando una sube, la otra baja. Esta configuración neuronal permite que los individuos se concentren más fácilmente en una tarea en un momento dado sin ser interrumpidos por distracciones como “soñar despierto”.

Lo que tratan de hacer los investigadores es, básicamente, un seguimiento de los cambios en dichas redes cuando la persona se mueve entre estos dos modos de atención. Josipovic ha descubierto que algunos monjes budistas y otros meditadores experimentados tienen la capacidad de mantener las dos redes neuronales activadas al mismo tiempo durante la meditación, y cree que esta capacidad de hacer funcionar al mismo tiempo tanto la red interna como externa en el cerebro puede dar lugar a que los monjes experimenten un sentimiento de armoniosa unidad con su entorno.

La red por defecto salió a la luz en 2001, cuando el Dr. Marcus Raichle, neurólogo de la Universidad de Washington, comenzó a escanear cerebros de personas que no estaban realizando tarea alguna. Los pacientes se aburrían enseguida y el Dr. Raichle notó que entraba en actividad una segunda red, que había pasado desapercibida.

Al principio, los científicos creían que la red por defecto en el cerebro era simplemente algo que estaba activo cuando una persona no tenía ninguna tarea en la que centrar su atención, pero luego descubrieron que esta sección del cerebro se activa cuando el sujeto piensa en sí mismo.

Raichle dice que hace mucho tiempo que los investigadores tratan de averiguar “cómo sabemos que somos lo que somos”. La red por defecto podría estar diciéndonos algo acerca de cómo esta forma de conciencia puede haber llegado a producirse.

Foto: BBC

Hace años ya hablamos aquí sobre Meditación budista y neurociencia.

Vía: BBC