Surrealista argentina

Leonor Fini (Buenos Aires, Argentina, 30 de agosto de 1907-París, Francia, 18 de enero de 1996) se mudó a Trieste cuando era niña después de la separación de sus padres. Con diecisiete años ya era una competente retratista. Realizó su primera exposición individual en Milán en 1929 y se trasladó a París en 1931. Allí se integró entre los artistas del movimiento surrealista, exponiendo con ellos en 1933 y realizando su primera muestra individual en París en 1935. Como influencias en su pintura destacan los manieristas, los románticos alemanes y los prerrafaelitas.

En la década de los setenta escribió tres novelas (Rogomelec, Moumour: Contes pour enfants velu y Oneiropompe). Ilustró obras de Edgar Allan Poe y el Marqués de Sade.

Fue amiga más o menos íntima de varios de los principales artistas del surrealismo, como Pablo Picasso, Salvador Dali, Eugène Ionesco, Georges Bataille, Max Ernst, Paul Éluard y Giorgio de Chirico. Max Ernst la describió como “furia italiana, elegancia escandalosa, capricho y pasión”. Según el marchante de arte estadounidense Julian Levy tenía “cabeza de leona, mente de hombre, busto de mujer, torso de niño, gracia de ángel, discurso del diablo…”. Mujer sexualmente liberada, influyó a Pauline Réage en su novela Historia de O. Murió con ochenta y ocho años, dejando huérfanos a los veintitrés gatos con los que convivía.