Artista estadounidense contemporánea.
El mundo de la pintora Dana Schutz (1976, Livonia, Michigan) está poblado por personajes desmembrados o troceados, extraños caníbales que se devoran a sí mismos, náufragos en parajes casi surrealistas.
Su obra ha sido calificada de narrativa y colorista. Los críticos más sesudos, que enseguida rastrean las posibles influencias de un artista (está bien; para eso les pagan), han hablado de Gauguin, James Ensor y David Park. No seré yo, pobre ignorante, quien les contradiga.
Presentation, su obra más celebrada hasta la fecha, fue exhibida en el MOMA en 2005, cuando la artista no había cumplido aún 30 años, lo que le ha valido al mismo tiempo la admiración de unos y el odio de otros, que la califican de producto fabricado artificialmente por la crítica. Personalmente, esta última apreciación me parece injusta. No puedo saber si Dana Schutz ha tenido «padrinos» influyentes que la han ayudado a triunfar, pero creo que sus pinturas están llenas de fuerza, que comunican algo y que admiten diversas lecturas, cosas que no pueden decirse de muchos pretendidos artistas.
Pueden ver sus obras en las webs de la Saatchi y en el CGA de Berlin.