El psicógrafo

Según su inventor, este aparato servía para averiguar el carácter de una persona.

La frenología fue creada por el médico austriaco Franz Joseph Gall (1758-1828) y servía -supuestamente- para determinar la personalidad. Según la frenología, las distintas partes del cerebro controlan diversos rasgos del carácter, por lo que es posible determinar los rasgos de la personalidad basándose en la forma y tamaño de la cabeza. Si una parte de tu cabeza es más grande, tienes más acusado el rasgo correspondiente de tu personalidad.

El aparato llamado psicógrafo fue patentado en 1905 por Henry Lavery y tenía por objeto la aplicación práctica de los principios de la frenología.

Frenología.

La primera versión, que se componía de 1.900 piezas, no funcionó, pero Lavery, que se autodefinía como «pensador profundo», siguió construyendo aparatos más precisos. Hacia 1929 reclutó a Frank P. White como socio capitalista y los dos crearon en 1931 la empresa Psycograph Company. El psicógrafo se convirtió en una novedad ofrecida en grandes almacenes, teatros y lobbies, en la época de la gran depresión.

El aparato consistía en 1.954 piezas montadas en un bastidor de metal, conectadas, mediante una correa movida por un motor, con el interior de una caja de madera, que contenía las definiciones de 32 rasgos psicológicos. Cada uno de estos rasgos estaba clasificado de 1 (deficiente) a 5 (muy elevado) de modo que había 160 estados posibles, pero un número casi ilimitado de combinaciones.

El psicógrafo.

El sujeto se sentaba en una silla conectada con la máquina y el casco se bajaba y ajustaba. El casco tenía 32 sondas, cada una con cinco puntos de contacto en la cabeza. El operador tiraba de una palanca que activaba el motor, el aparato recibía las señales de baja tensión del casco, obtenía la puntuación e imprimía la definición apropiada para cada rasgo.

Se llegaron a fabricar treinta y tres máquinas, que fueron arrendadas a empresarios de todo el país, por 2.000 dólares más 35 dólares por mes. Se convirtieron en atracciones de feria, en teatros y grandes almacenes. Dos «emprendedores» la instalaron en una tienda en la localidad de Black Forest, durante la exposición Century of Progress de 1934 en Chicago, y lograron unos beneficios netos de 200.000 dólares.

Observen la sonrisa de satisfacción del sujeto mientras le colocan el aparato en la cabeza.

La Psycograph Company funcionó hasta 1937. Varios años antes, la frenología ya había sido abandonada en Europa por considerarse absurda.

En la actualidad, el psicógrafo se exhibe en el Museo de Aparatos Médicos Cuestionables, curiosa institución de la que mañana seguiremos hablando.

Mientras tanto, vean este vídeo con una demostración práctica del uso del psicógrafo: Quackery Gallery – «Phrenology and the Psycograph»