Pintora, escultora, fotógrafa, escritora y diseñadora japonesa contemporánea.
La artista japonesa Yayoi Kusama (Matsumoto, 1929) residió en Tokio y Francia, antes de establecerse a los 27 años en Nueva York, siguiendo la estela de Georgia O’Keeffe. En Estados Unidos se creó enseguida una reputación como líder de la vanguardia, organizando performances y happenings en lugares como Central Park o el Puente de Brooklyn, a menudo de tono erótico y para protestar contra la guerra de Vietnam.
En las obras de Kusama se dan cita el arte conceptual, el minimalismo, el surrealismo, el pop y el expresionismo abstracto, y está impregnada de contenido autobiográfico, feminista y sexual.
Kusama realiza pinturas, collages, esculturas, instalaciones y performances, cuya característica común es la obsesión con la repetición y la acumulación de determinados patrones. Ella misma se ha definido como “artista obsesiva”.
“Si no fuera por el arte, me habría muerto hace mucho tiempo” (Yayoi Kusama)
Asegura haber sufrido de niña abusos por parte de su madre. Desde la infancia ha padecido alucinaciones e ideas obsesivas, a veces de carácter suicida. Los lunares de colores que invaden sus obras proceden de sus alucinaciones.
“Los lunares tienen la forma del sol, que es un símbolo de energía en todo el mundo y de nuestra propia vida; y también la forma de la luna, que está en calma. Redonda, suave, colorida, sin sentido y desconocida. Los lunares se convierten en movimiento… Los lunares son un caminos al infinito.”

En 1973 Kusama regresó a Japón a causa de su mala salud. Allí comenzó a escribir novelas y poesía surrealistas. Yayoi Kusama vive actualmente a sus 82 años en un hospital psiquiátrico de Tokio, donde continua produciendo sus obras.
Su web: Yayoi Kusama.
