Imágenes ocultas

Exposición de trucos ópticos, imágenes ocultas y figuras escondidas (2009).

En el Grand Palais de París tiene lugar la exposición Une image peut en cacher une autre, que recoge 250 obras de diferentes épocas y estilos con el denominador común de que todas tienen imágenes ocultas, que sólo se revelan al espectador cuando éste cambia su punto de vista o su forma de mirar.

Pato-liebre (1892)
Cabeza de Lutero (1520-1522) con diferentes expresiones al derecho o al revés.
Giuseppe Arcimboldo. Flora (c.1591)
Dalí.
Paisaje antropomorfo de Matthäus Merian (no me aclaro si padre o hijo)
René Magritte. La violación.
In voluptate mors, con Dalí y Philip Halsman.
Brancusi: Princesa X.

Un ejemplo de anamorfosis: desde cierto ángulo en el paisaje de arriba se ven los rostros de la figura de abajo.
Los embajadores, de Hans Holbein el Joven.

Vean la explicación de Vailima a la obra Los embajadores.

Resulta interesante la reacción de los espectadores ante este tipo de obras, tal como nos la describen en La Stampa:

Basta observar con un poco de atención el comportamiento del público, para darse cuenta de que ésta es una exposición con características muy especiales. Los visitantes pasan a menudo un largo rato ante una obra, la contemplan de lejos y la miran de cerca, escrutando atentamente todos los detalles y deteniéndose sobre ésta o aquella parte con mirada de interrogación; y finalmente sobre su rostro aparece una expresión satisfecha, maravillada, divertida o incluso inquieta. Alguno que no llega a descubrir por sí mismo los trucos ópticos, las imágenes y las figuras escondidas pide ayuda al de al lado. Y, en efecto, esta muestra, que pone en escena cerca de doscientas cincuenta obras (entre cuadros, dibujos, ilustraciones, esculturas y vídeos) de épocas y culturas diversas, se propone como una extraordinaria experiencia de la mirada más allá de la realidad convencional, entre lo visible y lo invisible, entre la percepción y la imaginación.