El viaje de Faxian

Relato de un monje budista chino del siglo V que peregrinó a la India.

La editorial La Esfera de los Libros ha publicado El viaje de Faxian, con traducción y anotaciones de Laureano Ramírez Bellerín, en una edición con tapa dura, muy cuidada, que casi me hace dar la razón a los defensores del papel frente al ebook. El tomo incluye un estudio preliminar, el texto Noticia de los reinos budistas (Foguo ji), y tres apéndices: la biografía de Faixan según Chu san-zang, apuntes biográficos de sus compañeros de viaje y un breve estudio sobre las distancias en el viaje.

Faxian (Fa-hsien) fue un monje budista chino que viajó hasta la India en busca de escrituras que arrojasen luz sobre algunas polémicas doctrinales entre las distintas escuelas budistas de la época.

No fue el primer monje que peregrinó a la India ni el único que relató su viaje, pero sí es uno de los pocos cuyos textos nos han llegado. Vivió dos siglos antes que el más conocido Xuanzang, que siguió una ruta parecida.

Faxian fue un hombre popular en su época entre los suyos. Se cree que podría haber nacido alrededor del año 338. Por tanto, cuando partió a la India en 399, tenía 61 años, una edad bastante avanzada.

Partió de Changan, la actual Xian, siguiendo el ramal sur de la ruta de la seda, cruzó el Pamir, siguió el curso del Indo y llegó al reino montañoso de Cachemira, desde donde descendió a la llanura india.

Durante el viaje va describiendo los lugares que atraviesa, como el terrible desierto de Taklamakán:

“En ese desierto abundan los espíritus malignos y los vientos abrasadores. Todos cuantos se encuentran con ellos perecen; ninguno sale indemne. Arriba no hay pájaro que vuele; abajo no hay animal que camine. Por más que el viajero fuerce la vista buscando por doquier un paso, no tiene manera de saber qué ruta ha de seguir y sólo puede tomar por guía y señal las osamentas de los muertos”

También relata numerosas leyendas y milagros atribuidos a Buda, que recogió en los lugares por los que transcurrió la vida de su maestro.

“Según la tradición, el Buddha pasó por este país cuando estuvo en la India del Norte. Allí dejó impresa la huella de su pie, una huella cuya longitud depende del pensamiento de la persona que la observa.”

Es decir, cuanto más elevados sean los pensamientos del observador, más grande verá la huella de Buda.

Ya en la India, Faxian llegó a Kapilavastu -ciudad donde vivió Buda-, siguió el curso del Ganges y encontró los escritos que buscaba en un monasterio de la ciudad de Pataliputra (Patna). Tardó tres años en copiar los textos.

El viaje de regreso lo realizó en barco, llegó a las costas chinas hacia 412. En su país fue agasajado por los gobernantes. Muy probablemente colaboró en la construcción de un templo, a partir de los planos de un templo indio que había traído consigo.

El resto de su vida lo dedicó a la traducción de algunos de los textos, hasta su muerte en el año 420.