El Reino de los Cielos o el Limbo de los niños

Corrección política medieval.

Anodina, insípida, abúlica, podrían ser calificativos adecuados para la película de Ridley Scott El Reino de los Cielos. No es lógico rodar una película sobre las Cruzadas, uno de los acontecimientos históricos que más se prestan a la aventura y a la épica, con la misma frialdad que si se estuviera rodando, por ejemplo, Lost in translation. La relación entre Balián (Orlando Bloom) y Sibylla (Eva Green) es tan light y tan carente de pasión como la de los dos personajes de la película de Sofía Coppola (aunque al menos en este caso echan un polvo; algo es algo).

Las escenas de combates son tan artificiales que parecen sacadas de Ages of Empires, el célebre videojuego de batallas de Microsoft.

El guión es inconsistente y deslavazado, los personajes son planos y sus motivaciones muchas veces ni siquiera están claras. Bailán parece un ciudadano del siglo XXI trasplantado a la Edad Media, como el protagonista de Un yanqui en la corte del Rey Arturo. Agnosticismo, pacifismo, populismo y tolerancia son cualidades inaplicables al siglo XII.

El panoli de Orlando Bloom, con su expresión de «esto no va conmigo», contribuye eficazmente a darle al film ese tono aséptico, mientras otros actores más competentes, como Jeremy Irons, son lamentablemente desaprovechados.

El Reino de los Cielos es una obra fallida por variadas razones y además demuestra que aplicar a otra época los planteamientos políticamente correctos de hoy día no es algo que incida únicamente en cuestiones formales, sino también en los entresijos más profundos de la historia que se narra, en especial, en la psicología de los personajes, en sus relaciones y en los impulsos que los mueven.

Es un artificio superficial, sin «tripas». Muy lejos queda de otras obras sobre el mismo tema rodadas en el pasado, cuando no había tantos efectos especiales y tanto ordenador, pero sí unos actores competentes y amor por el cine. Me refiero a cosas como Las Cruzadas o El Talismán, que sin ser grandes películas son para mí mucho más atractivas que la de Scott.

En definitiva, una película que no alcanza El Reino de los Cielos y se queda en el Limbo de los niños, ahora que la Iglesia Católica parece decidida a abolirlo.

Actualización: la versión del director

He visto la versión del director, que aporta nada menos que 55 minutos adicionales de metraje y debo decir que a Ridley Scott le destrozaron la película en las salas de cine. Ahora el guión sí es sólido y coherente y se entienden relaciones entre personajes que antes eran oscuras. Especialmente el personaje de Sybilla sale enormemente reforzado, así como su relación con Bailan. El ritmo de la narración, que antes daba saltos absurdos, gana muchísimo tras la intervención de Scott. Si vieron la versión estrenada en salas y no les gustó, vean ésta; y si aquélla les gustó, el corte del director les gustará más.