Laberintos

El laberinto es uno de los símbolos más universales.

Laberintos clásico y medieval. Foto: Wikipedia.

«Según Cirlot, el laberinto es «una construcción arquitectónica, sin aparente finalidad, de complicada estructura y de la cual, una vez en su interior, es imposible o muy difícil encontrar la salida.» El laberinto, prosigue Cirlot, «produce tanta atracción como el abismo o el remolino de las aguas».

Sin embargo, según Waldemar Fenn, ciertas representaciones de laberintos circulares o elípticos, de grabados prehistóricos, cual los de Peña Mogor (Pontevedra), han sido interpretados como diagramas del cielo, es decir, como imágenes del movimiento aparente de los astros. Esta noción no contradice la anterior, es independiente de ella y hasta cierto punto puede ser complementaria, pues el laberinto de la tierra, como construcción o diseño, puede reproducir el laberinto celeste, aludiendo los dos a la misma idea (pérdida del espíritu en la creación, la ‘caída’ de los neoplatónicos y la consiguiente necesidad de encontrar el ‘centro’ para retornar a él).»

Texto de Diccionario de símbolos de José María Albert de Paco (Editorial Óptima, 2003)

Laberinto en la piedra llamada Hollywood stone (Irlanda). Foto: Wikipedia.

«Para algunos era una trampa para engañar al diablo, para otros el recorrido de una prueba iniciática. Los arquitectos medievales utilizaron la figura del laberinto como una sustitución simbólica de la peregrinación a Tierra Santa. Pero también se puede interpretar como el aprendizaje del neófito respecto a la manera de entrar en los territorios de la muerte. También se asocia el laberinto a la búsqueda del Santo Grial. En el antiguo Egipto, el laberinto era el camino sinuoso que tomaban los muertos en su viaje de la muerte a la resurrección, guiados por Isis.»

Texto de Enciclopedia de los símbolos esotéricos de Jorge Blaschke (Robinbook, 2001).

El famoso laberinto de la Catedral de Chartres. Foto: Wikipedia.

«Los laberintos son un potente símbolo en muchas culturas y existen desde hace miles de años. Cuando Teseo mató al Minotauro derrotó a la bestia en el corazón de la oscuridad y creó un mito que sigue vibrando y desarrollándose.

Los mosaicos romanos representaron a menudo laberintos como ciudades fortificadas, mientras que en la Europa medieval simbolizaron el camino verdadero a la salvación cristiana. Se han utilizado como caminos ceremoniales, amuletos protectores, trampas para espíritus malignos y para juegos y bailes. Los laberintos han estado ejercitando nuestros pies y entreteniendo nuestras mentes durante cientos de años y se han convertido en un símbolo de la confusión.»

«Hoy los laberintos son más populares que nunca. Sus imágenes se utilizan en juegos, películas y publicidad y, durante los últimos treinta años, se han construido centenares de nuevos laberintos para entretener a los visitantes. Durante este tiempo también ha habido un notable resurgimiento del interés en el uso espiritual y artístico de laberintos. Recientemente Internet ha tenido mucha influencia como acicate de este renacer de los laberintos y, por supuesto, la web se considera a menudo como un intrincado laberinto de enlaces que enredan al desprevenido.»

Texto traducido de Labyrinthos.

Minotauro en el centro de un laberinto (siglo XVI). Foto: Wikipedia.