«No se puede abordar la realidad sin desarrollar la imaginación»
Resumir en pocas líneas la personalidad extraordinaria del polifacético Alejandro Jodorowsky (Tocopilla, Chile, 1929) es tarea imposible: escritor, guionista de comic, actor, director de cine y de teatro, y en los últimos años psicoterapeuta, curandero y experto en Tarot, entre otras habilidades insólitas.
A los 23 años abandonó su país natal y desde el mismo barco que lo llevaba a Francia arrojó al mar su agenda de direcciones, borrando así su historia personal, tal como recomienda Carlos Castaneda, al que más tarde conocería personalmente.
La Danza de la Realidad (Siruela, 2001) es su autobiografía imaginaria pero no ficticia -según explica él mismo- ya que todos los lugares, personas y acontecimientos son verdaderos. De la realidad, vasta, misteriosa e imprevisible, sólo percibimos lo que se filtra a través de nuestro reducido punto de vista; por eso, según el autor, no se puede abordar la realidad sin desarrollar la imaginación desde múltiples ángulos.
Un libro ameno que se lee como una novela y donde la habilidad literaria de Jodorowsky consigue relacionar elementos que en apariencia no tenían ninguna conexión. Una biografía que no consiste solo en contar hechos, sino en otorgarles sentido e incluso reinventarlos dentro del contexto de una vida mágica.

«El mayor aprendizaje que puede aportar el Tarot es aprender a mirar, no intentar adivinar el futuro, sino entender el presente. El Tarot es el espejo del alma. La consulta sobre el futuro revela un miedo del presente … No concibo el Tarot como una bola de cristal, como un objeto vidente, como un negocio».