Zagora y su cartel indicador

Buen humor al borde del Sahara.

Zagora es una ciudad marroquí al borde del Sahara y a pocos kilómetros de la frontera argelina. Se sitúa en el valle del Draa, un río en cuyas riberas crece un bosque de palmeras que conforman un oasis fluvial en medio de un paisaje desértico.

Aunque construida al pie de una vieja fortaleza almorávide, la ciudad data de la época colonial francesa y su planta se articula en torno a dos calles principales flanqueadas por edificaciones rojizas, donde pueden encontrarse algunos comercios y tenderetes atendidos por beduinos de origen beréber, árabe o mauritano.

Hay una carretera que sale de Zagora por el sur y que se conserva asfaltada unos cuantos kilómetros, antes de enlazar con las pistas del Sahara. En este tramo solo se encuentran ya algunos pueblos de adobe enclavados en pequeños oasis, como Tamegrout, antiguo centro religioso y educativo, célebre por albergar la llamada biblioteca del desierto, que contiene manuscritos del siglo XIII perfectamente conservados gracias a la sequedad del ambiente. La carretera termina en Mhamid y más allá se extiende el inmenso océano de arena.

Pues bien, en la puerta sur de Zagora, por la que se abandona la ciudad para seguir la carretera citada, puede verse el cartel indicador más humorístico del mundo: sobre un fondo que representa el desierto y una caravana de dromedarios alejándose, aparece, encima de una flecha roja que señala el sur, la siguiente leyenda en francés y en árabe: TOMBOUCTOU 52 DÍAS (en camello, se entiende). Tombuctú, en Malí, a orillas del río Níger, sería la primera ciudad que un viajero que emprendiera la travesía del Sahara encontraría al otro lado, a más de mil kilómetros.

Foto: futuropasado.com.