Zinaida Serebriakova

Pintora rusa-ucraniana.

Zinaida Evgenievna Lanceray nació en 1884 en Neskuchnoye, cerca de Jarkov (entonces Rusia, hoy Ucrania) en la aristocrática familia de los Lanceray-Benois, que contaba ya con varios artistas. Su privilegiada posición en la Rusia zarista permitió a Zinaida estudiar en Italia y Francia. En 1905, se casó con su primo Boris Serebriakov, adquiriendo el apellido Serebriakova.

Zinaida se dedicaba a la pintura de temas campesinos, pero la Revolución de Octubre de 1917 cambió radicalmente su vida. En 1919 su esposo Boris murió de tifus, contraído, al parecer, durante una estancia en la cárcel. Ella quedó como responsable de sus cuatro hijos y su madre enferma y en difícil situación económica. Tuvo que renunciar al óleo en favor de las técnicas menos costosas como el carbón y el lápiz. En esta época difícil hizo sus obras más trágicas, como La casa de los naipes, donde aparecen sus cuatro hijos huérfanos.

Se negó a cambiar su estilo por el característico de la época soviética, pero le dieron un trabajo en el Museo Arqueológico de Jarkov, que consistía en dibujar a lápiz los objetos expuestos.

En 1924 Serebriakova recibió el encargo de hacer un gran panel decorativo, para lo que se trasladó a París, dejando en San Petersburgo a sus hijos y a su madre. Decidió no regresar a Rusia. Algún tiempo después se las arregló para que permitieran a su hijo Sasha y a su hija Katya cruzar la frontera, en 1926 y 1928 respectivamente, y reunirse con ella, pero los otros dos, Zhenya y Tanya, tuvieron que quedarse con su abuela en Rusia.

Después de estos acontecimientos, Zinaida Serebriakova se dedicó a viajar. En 1928 y 1930 estuvo en Marruecos, que fue una de sus fuentes de inspiración. Quedó fascinada por los paisajes del norte de África y las montañas del Atlas. Realizaría varios cuadros de hombres y mujeres árabes y africanos.

Hasta 1940 Zinaida siguió siendo ciudadana soviética y mantuvo la esperanza de reunirse con sus dos hijos que aún permanecen en Rusia. Sin embargo, durante la ocupación de Francia por Hitler se vio obligada a elegir entre un pasaporte francés y un campo de concentración. Así que tuvo que renunciar a su ciudadanía soviética, perdiendo así la conexión con su tierra natal durante muchos años.

No fue hasta el deshielo de Jruschov que el gobierno soviético le permitió reanudar el contacto con su familia en la Unión Soviética. En 1960, después de 36 años de separación forzada, se permitió a su hija mayor visitarla.

Las obras de Zinaida Serebriakova se expusieron finalmente en la Unión Soviética en 1966, en Moscú, Leningrado y Kiev, con gran éxito. Sus libros se vendieron por millones y se la comparó con Botticelli y Renoir.

Zinaida Serebriakova murió en París en 1967, a la edad de 82 años.

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