Escenario de pruebas nucleares protegido por Unesco.
El atolón Bikini, perteneciente a las Islas Marshall, ha sido inscrito por Unesco en la lista del Patrimonio Mundial.
Al terminar la Segunda Guerra Mundial y comenzar el período conocido como Guerra Fría, Estados Unidos decidió reanudar los ensayos nucleares en el Océano Pacífico y eligió para ello el atolón Bikini en el archipiélago Marshall. Tras el desplazamiento de los habitantes locales, entre 1946 y 1958 se llevaron a cabo 67 pruebas nucleares, incluyendo la explosión de la primera bomba H en 1952.

Las pruebas de Bikini tuvieron importantes consecuencias sobre la geología y el medio ambiente natural del atolón, así como en la salud de las personas que estuvieron expuestas a las radiaciones.
El atolón Bikini ha conservado restos visibles de esta actividad, como los barcos hundidos en el fondo de la laguna por los ensayos de 1946 y el conocido como cráter Bravo. Castle Bravo fue el nombre en clave dado a la primera prueba de una bomba de hidrógeno de combustible termonuclear seco, realizada el 1 de marzo de 1954. Las consecuencias de la detonación fueron peores de lo previsto: se contaminaron los isleños que habitaban en los alrededores, así como la tripulación de un barco de pesca japonés. La explosión abrió un cráter en el interior de la laguna del atolón de casi dos mil metros de diámetro y 75 m de profundidad. Marcó el inicio de la preocupación internacional por los ensayos nucleares.

El pueblo de Bikini, que llevaba al menos dos mil años habitando el lugar, fue obligado a abandonar su isla en marzo de 1946. Se les dijo que se trataba de un “sacrificio por el bien de la humanidad” y para poner fin a todas las guerras mundiales. El alcalde de Bikini, Alson Kelen, ha manifestado: “Nos fuimos de mala gana y con gran tristeza, ya que nuestra hermosa isla se convirtió en la ubicación de la mayor destrucción que la humanidad es capaz de hacer, y porque perdimos nuestra forma de vida.”
Sobre el estado actual del sitio, una consultora australiana que ha estado trabajando a favor de la nominación dice:
“A primera vista Bikini parece el paraíso tropical por excelencia, una imagen reconocida por nuestra cultura moderna como un lugar de paz y sencillez. Sin embargo, cuando lo observamos de cerca, vemos las cicatrices de los cráteres y los búnker y equipamiento. Ahora podemos ver la naturaleza recuperándose -la vegetación está rebrotando, las aves están regresando y el arrecife de coral goza de buena salud, con abundancia de peces y una población sorprendente de tiburones. Es este paisaje en evolución que recuerda el terrible gran poder de las armas nucleares y su interacción con la naturaleza.”

Hoy la gente puede ir allí y permanecer el tiempo que quiera sin peligro, ya que no hay problema de radiaciones. Sin embargo, no es posible todavía establecerse debido a los restos de Cesio 137 en el suelo, que pasaría a los cultivos de alimentos.
Antes de que me pregunten: no, no tengo ni idea de si en el fondo de este sitio vive Bob Esponja :p
Sitio web: Bikini Atoll