Arte Asiático en las Colecciones Públicas Madrileñas.
Visita matinal a la exposición recién inaugurada en el Cuartel del Conde Duque de Madrid: Orientando la mirada. Arte Asiático en las Colecciones Públicas Madrileñas.
Les copio el texto del folleto que he recogido:
“Conde Duque acoge un nuevo proyecto expositivo con el que se pretende recuperar para el publico la presencia del arte asiático en Madrid, ya que sus colecciones ofrecen una gran variedad de obras que pueden ser expuestas desde la perspectiva de diferentes miradas: histórica, artística y antropológica.
La muestra, que tiene lugar en la Sala de las Bóvedas, ha sido dividida en tres ámbitos en los que se recoge, en primer lugar, el contacto de España con Asia desde el siglo XVI a través de la recepción de curiosidades y objetos exóticos, libros, documentos y regalos.
En segundo lugar, la trasformación de las piezas asiáticas en función del gusto y las costumbres españolas.
Y por último, el desarrollo científico y cultural de mediados del siglo XVIII, que permitió la creación de gabinetes y museos, así como de las colecciones actuales.
En cuanto a su origen geográfico, las piezas proceden de China, Japón, India, Camboya, Tíbet, Nepal, Myanmar y Tailandia. Cubren un amplio arco cronológico que se inicia con las piezas chinas de la dinastía Tang (618-907), las cabezas de Buda de Borobudur (siglo VIII-X), Angkor (siglo XII), el sagrario Namban (siglo XVII), el perfumador chino de jade del siglo XVIII procedente del Tesoro del Delfín, hasta la colección de netsuke, del siglo XX.
A través de estas obras se crea un recorrido en el que se muestra cómo el arte asiático fue intercambiado, regalado, coleccionado y estudiado en España desde el siglo XVI hasta la actualidad.
Porcelanas, abanicos de marfil, cofres de laca, pinturas, seda y libros raros, que, estudiados desde la perspectiva de la recepción, deleitarán la curiosidad del público, desde el 26 de febrero hasta el 24 de mayo de 2009, en la Sala de las Bóvedas del Conde Duque.”
Personalmente me ha gustado más la sala tercera, que incluye algunos pequeños tangkas tibetanos, un par de budas de buen tamaño y unas preciosas figurillas chinas. Lástima que una vez más la información en la web sobre esta exposición sea tan pobre.