El marinero Anne Jane Thornton

En el siglo XIX no fueron infrecuentes los casos de mujeres que embarcaban disfrazadas de marinos.

Anne Jane Thornton nació en Gloucestershire (Inglaterra) en 1817 y era hija de un próspero comerciante. Después de la muerte de su madre en 1823, su padre se trasladó a Donegal (Irlanda) donde abrió otra tienda con bastante éxito. A los quince años conoció a un estadounidense, el capitán Alexander Burke, de quien se enamoró.

En 1832 el Capitán Burke dejó Donegal para regresar a la casa de su padre en Nueva York y Anne Jane decidió seguirlo. Dejó Donegal en compañía de una sirvienta y un chico que le ayudó a encontrar un traje masculino y obtener un pasaje a Inglaterra. De allí emprendió viaje a Estados Unidos disfrazada de hombre y enrolada como marinero.

Anne Jane, siempre en su disfraz de marino, atracó en East Port, Maine, y luego caminó 70 millas hasta la casa del Capitán Burke en St. Andrew’s, en el estado de Nueva York. Allí se enteró de que su amante se había casado recientemente.

Obligada a ganarse la vida por sí misma, conservó su disfraz masculino y logró un puesto como cocinero y mayordomo a bordo de un barco, por nueve dólares al mes. El buque zarpó para el Mediterráneo y Anne Jane, favorecida por su tez morena, engañó a todo el mundo durante dos años respecto a su verdadero sexo.

Foto: Wikipedia

Mientras el buque estaba atracado en Lisboa se descubrió su identidad femenina. Un día estaba lavando su litera, con la chaqueta desabrochada en la parte delantera, cuando uno de los tripulantes tuvo una fugaz visión de sus pechos.

El marinero trató de chantajearla, proponiéndola mantener relaciones sexuales a cambio de su silencio. Como ella se negó, el marino la delató al capitán, el cual ordenó a Anne Jane seguir trabando con los hombres. El rumor de que aquel joven era en realidad una mujer se extendió y finalmente fue descubierta. Antes de llegar a Londres fue violada por varios marineros.

El capitán, más tarde, describiría su sorpresa al enterarse de que el joven marino era una mujer: “No podía apenas dar crédito cuando me lo dijeron. Puedo dar testimonio de su extraordinario comportamiento y me pregunto si no actué correctamente con ella”. Según el capitán, aunque lo pasó muy mal cumplió con los deberes de un marino sin una queja.

Anne Jane fue ayudada por el alcalde de Londres y finalmente regresó a la casa de su padre. Su historia inspiró la balada Female Sailor Bold.

El caso de Anne Jane Thornton no es único. A lo largo del siglo XIX se tienen noticias de que muchas mujeres embarcaban de forma clandestina disfrazadas de hombres. El semanario The Examiner publicó esta irónica nota el 25 de marzo de 1843:

“Desde hace dos o tres años hay una gran oleada de mujeres marineros. Todos los periódicos han dedicado algún espacio a anunciar que se ha descubierto a una mujer marinero. El resultado es la convicción extendida en la mente del público de que todos los marineros son mujeres, que no hay otros navegantes que mujeres marineros disfrazadas, y ahora sería una curiosidad el descubrimiento de un hombre marinero, si tal fenómeno pudiera autentificarse.”

Pueden verse las noticias en periódicos de la Inglaterra de la época en Non-conformists: female sailors