Los Aventureros

Enrique Meneses y Los Aventureros

Hoy se celebra un merecido homenaje al periodista Enrique Meneses y quiero dejar constancia aquí de mi reconocimiento a uno de los personajes más singulares y yo diría que más influyentes, no solo para los periodistas, sino también para aquellos que estamos al margen de esa profesión, pero siempre hemos tenido y seguimos teniendo interés por mirar más allá de nuestro entorno más cercano, para quienes no queremos limitarnos a observar el ombligo de nuestra propia cultura y deseamos conocer la forma en que viven los habitantes de otros países y otros continentes y poder confirmar lo que siempre sospechamos: que por debajo de las diferencias superficiales y de los distintos colores de piel, laten los mismos corazones con los mismos o parecidos anhelos.

Supe de la existencia de alguien llamado Enrique Meneses (Madrid, 1929) allá por los primeros 80. Fui un asiduo oyente de su programa de radio Los Aventureros y después coleccioné la revista del mismo nombre. Mes tras mes, Meneses y su equipo lograban que los lectores viajaran con ellos, que cruzaran la India para visitar el templo dorado de los sikhs o recorrieran Africa de Cairo a Cabo (como tituló a uno de sus libros).

Los Aventureros
Mítica portada del nº 1 con un impresionante sikh.

Aquel primer número -que ahora tengo frente a mí- se abría con una entrevista a Alberto Satrústegui, de la que les copio un párrafo, que es toda una definición del espíritu del periodista aventurero que tan bien ha sabido ejercer Enrique Meneses.

Decía Satrústegui:

«Tú pones a un oficinista a que te consiga una hora de entrevista con el señor Kissinger y no lo va a conseguir nunca. Porque no tiene la mentalidad de saltar barreras. Se va a frenar ante la primera que encuentre. Está acostumbrado a tener un jefe de negociado, que ya es, en sí, una barrera que no se puede saltar ni le pasaría por la cabeza saltársela. En cuanto dijesen a ese oficinista: «Mire usted, el teléfono de Henry Kissinger no aparece en el anuario de la ciudad de Nueva York», pues no podemos hacer la entrevista. Nosotros, no; damos vueltas al problema hasta que llega la solución. El aventurero buscará un amigo, un pariente, un periodista local, se presentará delante de las Naciones Unidas, hará noche en el portal del sujeto buscado, hasta que su misión se cumpla.
[…]
En España nos tomamos demasiado en serio porque somos, en muchos aspectos, tercermundistas. Tenemos un gran complejo de inferioridad. El objetivo para muchos españoles es ser jefe de negociado. Los que vivimos un poco a la buena de Dios, que nos hemos movido de la ceca a la meca, aunque hayamos quedado bien en todas partes, no somos el objetivo a imitar. El ídolo es el jefe de negociado, el burócrata con secretaria, sillón giratorio y tresillo para las visitas. Los aventureros no somos respetados, somos personajes anecdóticos a no imitar. Se nos atribuye, quizá, a lo sumo, el que podamos ligar más fácilmente con una señora que el jefe de negociado, pero aún eso cae mal. Y sin embargo, la gente del montón no se da cuenta de que toda la historia de España, la más rica en acontecimientos, la han hecho los aventureros, jamás jefes de negociado.»

Creo que la frecuente presencia en este blog de personajes del estilo de Vivant Denon, Pierre Loti, Alexandra David-Néel o Isabelle Eberhardt algo le debe a Enrique Meneses y a sus Aventureros.

Gracias, maestro.

Actualización:
Enrique Meneses contestó esta tarde en directo a preguntas de los internautas en El País. He aquí mi pregunta y su respuesta:

P. Enhorabuena por el homenaje. Fui seguidor del programa de radio y de la revista Los Aventureros. En los primeros 80, los españoles todavía salíamos a viajar por el mundo un poco en plan «paleto» ¿Crees que esto ha cambiado en los últimos 25 años? ¿Es hoy nuestra experiencia en relacionarnos con otras culturas similar a la de, por ejemplo, los ingleses o alemanes? Un abrazo y a seguir en la brecha otros 60 años por lo menos.

R. Las cosas han cambiado mucho y creo modestamente que muchos de los aventureros que hoy en día salen de España se inspiraron en aquella revista y aquellos programas. Algunos como Sandra Balsells a los trece años elegió ser fotoperiodista gracias a Los Aventureros. Gerardo Olivares, cineasta, es otro. Y así hay muchos que vivieron las aventuras de otros simples mortales que nos traían las suyas. La muerte de unos compatriotas en Yemen es prueba de que no sólo los españoles salen de sus fronteras sino que acuden a zonas de riesgo.