En Benin quieren crear un Museo del Retorno del Arte Africano, para exhibir algunas de las obras de arte que fueron sacadas de la región durante los últimos 200 años. Con adquisiciones de nuevas obras y con la cooperación de los grandes museos del mundo, las instituciones misioneras y los coleccionistas privados, se espera reunir suficiente material para tener lleno el museo cuando esté terminado en 2009.
Las piezas más importantes que se pretende exhibir son los llamados Bronces de Benin. Dichos bronces componen una colección de más de 1.000 piezas de color amarillo-cobre sacadas del palacio real del Reino de Benin en 1897, durante la expedición de castigo llevada a cabo por los británicos bajo el mando del almirante Sir Harry Rawson, que tomó, saqueó e incendió la capital del país, provocando como consecuencia la caída del reino africano de Benin.
La causa de la expedición de castigo fue la siguiente: en 1896 una pequeña comitiva se había internado en territorio de Benin para explicar a los gobernantes la necesidad de acabar con el tráfico de esclavos y con los sacrificios humanos, pero sufrió una emboscada de la que solo dos personas sobrevivieron. Unas semanas más tarde la columna del almirante Rawson, tras evitar varias emboscadas, llegó a la capital del reino. Se cuenta que a lo largo del camino encontraron los restos de cientos de hombres y mujeres sacrificados a los dioses. En la capital encontraron víctimas crucificadas y altares manchados de sangre. En su día esto permitió justificar la expedición como la acción de un país europeo civilizado para terminar con unos actos de salvajismo. Los historiadores de ahora lo ven como un episodio más de dominación colonial, especialmente a la luz del hecho de que la colonia británica de Nigeria se instaló en parte de la tierra que había sido controlada previamente por el Reino de Benin.
El saqueo de la capital distribuyó los Bronces de Benin y otras obras de arte en el mercado europeo, pues el Ministerio de Marina Británico subastó el patrimonio confiscado para pagar los costes de la expedición. La mayoría de los bronces fueron a parar principalmente a manos de compradores europeos, aunque sigue habiendo un grupo importante, unos doscientos, en el Museo Británico de Londres.
Se cree que los bronces fueron fundidos en Benin a partir del siglo XIII y algunos se datan en los siglos XV y XVI. El conocimiento de los bronces condujo a un mayor aprecio de la cultura africana en Europa y a su posterior influencia en el modernismo. Hasta ese momento se pensaba que todo el arte africano previo a la llegada de los europeos (excepto el de Africa del Norte) era arte tribal, realizado mediante el uso de técnicas menos complejas.
Los bronces representan una variedad de escenas, incluyendo animales, peces, seres humanos y escenas de la vida en la corte. Fueron hechos en parejas (aunque cada uno individualmente). Se piensa que originalmente fueron clavados en las paredes y pilares del palacio como decoración y algunos ofrecen escenas que posiblemente instruyen sobre el protocolo.
Nigeria -que hoy incluye el área del antiguo reino de Benin- compró alrededor de 50 bronces al Museo Británico entre los años 50 y 70, y ha reclamado en varias ocasiones la devolución del resto, en un caso similar al de los mármoles del Partenón.
Más fotos de los Bronces de Benin
Vía: Aljazeera