Una exposición recorre la carrera de la cantante islandesa.
Björk presenta en el MOMA una muestra de contenidos heterogéneos con el único denominador común de estar relacionados con su carrera durante las dos últimas décadas: música, fotos, vídeos, vestuario, etc. Entre la parafernalia exhibida se encuentran los robots de All Is Full of Love.

Una parte considerable de la exposición está dedicada a la más reciente producción de Björk: Black lake, una pieza audiovisual con la canción del mismo título incluida en su último trabajo Vulnicura. El vídeo, de diez minutos de duración, creado en colaboración con Andrew Thomas Huang, se estrenó en la inauguración de la exposición.
Aquí un trailer:
Alguien ha calificado esta exhibición como un despliegue de merchandising y seguramente no anda desencaminado. Solo que no es en el mercadillo de la Puerta de Toledo sino en el MOMA.
En referencia al papelón que están jugando algunos museos en la era del capitalismo posmoderno pop neoliberal globalizado [añadan aquí todos los adjetivos gilipollas que quieran] les recomiendo la lectura del artículo El museo apagado, en El Estado Mental.