Uno de los más singulares aristócratas británicos.
Philip Wharton (Inglaterra, 1698 – Poblet, España, 1731) heredó de su padre la baronía de Wharton y a los 19 años pasó a ser duque. Tenía fama de elegante y de buen escritor y orador. Ocupó un escaño en la Cámara de los Lores y entró en la masonería llegando a ser Gran Maestre en la Gran Logia de Inglaterra.
Borrachín, juerguista y mujeriego, pasa por ser el fundador del primer Hellfire Club, lugares en los que miembros de la alta sociedad de la época se reunían para llevar a cabo actividades calificadas como libertinas y hasta depravadas. Dado el carácter de estos clubes nunca fue fácil saber qué hacían exactamente ni quiénes pertenecieron a ellos. Los miembros se llamaban a sí mismos devils y decían que su presidente era el Diablo, pero hay que interpretar esto más que nada como una broma o mofa a la religión, ya que nada tenían que ver con sectas satánicas o similares. El de Wharton, a diferencia de otros clubes de la época, admitía tanto hombres como mujeres. El rey Jorge I, presionado por los enemigos políticos de Wharton, ordenó cerrar el club en 1721.
Al declararse jacobita (partidario de los Estuardo), el duque tuvo que exiliarse de Inglaterra y, después de recorrer Europa, terminó afincándose en España. Se convirtió al catolicismo y se casó con una irlandesa, dama de honor de la reina española. Cuentan que durante el banquete nupcial realizó un acto de exhibicionismo mostrando en público «aquello de lo que su esposa iba a disponer esa noche». Alexander Pope se refirió a él como “lo más despreciable y maravilloso de nuestra época” y un hombre “demasiado impetuoso para el pensamiento y la acción refinada”.
En 1729 fundó en Madrid una logia masónica que se llamó primero French Arms, luego Las Tres Flores de Lys -por tener su sede en el Hotel du Lys, en la calle San Bernardo- y también fue conocida como La Matritense. Sus miembros originales eran todos británicos. Fue la primera logia extranjera en ser aceptada en la Gran Logia de Inglaterra, pero en 1768 fue dada de baja en sus archivos, de lo que se deduce que su existencia fue breve.
Wharton fue nombrado teniente coronel en un ejército jacobita inglés que se encontraba en España y que era enemigo del gobierno de su propio país. Cuando en 1727 el ejército español sitió Gibraltar en un fallido intento de reconquistar el peñón, nuestro aristócrata participó activamente en los combates, atacando las murallas al frente de sus hombres y resultando herido. Como consecuencia de su actitud fue declarado traidor por el rey de Inglaterra, que confiscó todos sus bienes.
A partir de entonces tuvo que vivir con su exigua paga de soldado, cayó en el alcoholismo y se arruinó definitivamente. Se trasladó a vivir a la Abadía de Poblet, donde falleció en 1731, a los 32 años, siendo enterrado allí mismo por los monjes de forma humilde.
En un artículo de los que el general Franco publicaba en el diario Arriba y que firmaba con el seudónimo Jakim Boor, el dictador se refirió a Wharton en los siguientes términos:
“Desde que Felipe Wharton, uno de los hombres más pervertidos de su siglo, fundó la primera logia de España, hasta nuestros días, la masonería puso su mano en todas las desgracias patrias.”
El artículo proseguía con la enumeración de tales desgracias: la caída de Ensenada y Maura, la expulsión de los jesuitas, los afrancesados, las guerras civiles, etc, etc.
En 1952, Franco visitó Poblet y exigió al abad que retirase la tumba de Wharton del recinto cristiano. Como la tumba había sido profanada años antes y no había ningún cuerpo, el abad retiró la lápida y la colocó fuera de los muros del monasterio.
Algunos datos para este artículo han sido obtenidos del libro Una historia de las sociedades secretas españolas de León Arsenal e Hipólito Sanchiz (2006).