Una nueva y moderna ciudad en medio de la estepa.
En 1998, Kazajistán -una de las antiguas repúblicas soviéticas- trasladó su capital a una ciudad de nueva planta llamada Astaná. La capital anterior, Almaty, estaba demasiado cerca de las fronteras de China y Kirguistán, demasiado congestionada y en una región propensa a los terremotos.
El arquitecto japonés Kisho Kurokawa fue el encargado de proyectar la estructura urbana de la nueva capital, uno de los desarrollos más ambiciosos de los últimos años. Dado que Astaná pasará por un proceso de rápido crecimiento, propuso una ordenación lineal en lugar de la más habitual radial.


El lugar está situado en la estepa, con temperaturas extremas que van desde -40ºC a 40ºC. Anteriormente existió una colonia penal soviética.
Astaná es uno de los ejemplos más recientes de new town o ciudad nueva, creada específicamente para ser la capital de un estado, como Canberra, Ankara y Brasilia.
Hay numerosas zonas de arbolado y grandes parques. Se ha construido un gran lago con el fin de prevenir las inundaciones del río Ishim en la época del deshielo. Al sur se creó un extenso bosquepara proteger la ciudad del polvo en épocas de viento.


Astaná dispone de un sistema de reciclado de basura, así como de almacenaje y aprovechamiento de agua de lluvia.
El Presidente Nazarbayev, el gran impulsor del proyecto, trata de convertir Astaná en un símbolo de la modernidad de su país. El resultado es una ciudad-escaparate, llena de construcciones emblemáticas.
Entre los numerosos edificios singulares está una pirámide plateada de 62 metros de altura, que cambia de color por las noches, diseñada por Norman Foster, así como la torre Beyterek, con una esfera de oro que descansa sobre una estructura de acero blanco y el Palacio Presidencial, inspirado en la Casa Blanca, pero con una cúpula azul añadida.


Especial mención merece el aeropuerto, también obra de Kurokawa, con una cúpula ubicada en el centro del edificio de la terminal que recuerda tanto las yurtas de los nómadas, como las cúpulas azules de los edificios religiosos islámicos de Asia Central. La estética de las cúpulas de azulejo celeste se repite en varios de los edificios emblemáticos de la ciudad.
La nueva capital tiene como objetivo llegar a un millón de habitantes para el año 2030.
Una lectura interesante sobre el actual proceso de desarrollo urbano en Asia Central es ¿Están en Asia Central las Dubai de los próximos años?

