Diriyah, antigua capital saudita

Diriyah es la ciudad de origen de la familia real saudita y la primera capital de la dinastía desde 1744 hasta 1818. Las ruinas de la antigua ciudad se asientan a ambos lados del estrecho valle de Wadi Hanifa, muy cerca de la capital de Arabia Saudí, El Riad.

Compuesta casi en su totalidad por edificaciones de adobe, Diriyah se divide en tres distritos, Ghussaibah, Al-Mulaybeed y al-Turaif. Este último, situado en lo alto de unas colinas con vistas al valle, ha sido incluido recientemente en la lista del Patrimonio Mundial de Unesco. Es el segundo sitio de Arabia Saudí en ser incorporado a dicha lista tras Madain Saleh.

Foto: UNESCO, Jean-Jacques Gelbart
Foto: Xristoph, Wikimedia.

Se conserva parte de la muralla de la ciudad, que corre a lo largo de los bordes de la rambla y que también está echa de ladrillos de barro, junto con restos de algunas torres de vigilancia. Su estilo arquitectónico se denomina najdi y es característico del centro de la península arábiga.

En los siglos XVIII y comienzos del XIX, el papel político y religioso de Diriyah aumentó y la ciudadela de al-Turaif se convirtió en el centro de poder de la casa saudita, así como de la propagación de la reforma fundamentalista wahabí dentro de la religión islámica.

Foto: Xristoph, Wikimedia.
Foto: Petrovic, Wikimedia.

Los habitantes originales de la ciudad la abandonaron después de 1818, fecha en que fue tomada por los otomanos. Los sauditas se establecieron en Riad, su nueva capital. La zona fue repoblada en el siglo XX, en su mayor parte por antiguos nómadas beduinos y en la década de los 70 el gobierno fundó oficialmente una nueva ciudad.

Una de nuestras mujeres singulares, la hija de Ada Lovelace, Lady Ann Blunt, recorrió la región en 1878.