Registan, Samarkanda

Samarkanda, Bujara y Khiva

Las ciudades de Samarkanda, Bujara y Khiva, en Uzbekistán, son denominadas «las tres perlas».

Samarkanda

Samarkanda es una de las ciudades más legendarias del mundo. Capital imperial de Tamerlán, fundada hace más de dos mil quinientos años a la orilla del Zeravshan (río cuyo nombre en persa significa «repartidor de oro»), se encuentra en el actual Uzbekistán.

Alejandro conquistó la ciudad (llamada Marakanda en griego) en el 329 aC. En los siglos posteriores, Samarkanda experimentó un gran desarrollo y se convirtió en uno de los principales hitos en la Ruta de la Seda. A mediados del siglo VII fue visitada por el monje budista Xuan Zang. En esa época, los residentes de la ciudad eran sobre todo zoroastrianos, y también budistas y cristianos nestorianos.

Bajo el dominio de los árabes, se convirtió enseguida en un importante centro de cultura islámica. Entre otras cosas, Samarkanda fue el primer lugar en donde los árabes experimentaron con la fabricación del papel, una industria que aprendieron de los chinos después de derrotarlos en la batalla de Talas.

Uzbekistan
Antiguo edifico de la época del Imperio Ruso. Foto: Sergei Mikhailovich Prokudin-Gorskii, 1911

La batalla de Talas (751) fue una de las más decisivas de la Historia, a pesar de lo cual es poco conocida en Occidente. En ella se enfrentaron los ejércitos del califa abasí de Bagdad y el emperador chino de la dinastía Tang, disputándose el control de Asia Central. La caballería árabe rodeó a la infantería china cerca del río Talas después de que los mercenarios de Qarluq desertaran y se pasaran al bando abasí, dejando cortada a la infantería china del resto de las tropas. La victoria de los árabes les dio el dominio de esa parte del mundo implantando en ella la religión islámica, que perdura hoy incluso en las regiones occidentales de China.

Se estima que hacia el siglo X la población de Samarkanda superaba el medio millón de personas. En 1221 se produce un acontecimiento trascendental: los ejércitos de Gengis Khan capturan la ciudad a los turcos, que la habían hecho su capital. La resistencia que oponen al khan mongol provoca que éste destruya la ciudad, mate a todos los soldados enemigos y convierta en esclavos a los artesanos. A partir de aquí Samarkanda entra en un período de oscuridad. Hay noticias de varios viajeros, como Marco Polo, que estuvo por la zona aunque no llegó a pisar la ciudad. En 1333 Ibn Battuta la describió como «una de las más grandes y más perfectamente hermosas ciudades del mundo.»

La ciudad destruida por Gengis se alzaba en la colina de Afrasiab y hoy solo queda de ella unas ruinas, en las que se encuentra la supuesta tumba del profeta Daniel. Tamerlán, descendiente de Gengis Khan, sería el encargado de reconstruirla en un lugar cercano y proporcionarle la época de mayor esplendor.

La época de mayor esplendor de Samarkanda llega con Tamerlán (Timur), emperador mongol que en 1370 convierte a la ciudad en capital y en «centro del mundo». Tamerlán no sólo reconstruye la ciudad sino que la traslada de sitio, llevándola a un par de kilómetros de la colina de Afrasiab, donde se había alzado hasta entonces. Con Tamerlán, Samarkanda se convierte en una ciudad próspera en medio de Asia: en sus mercados se podía encontrar cuero, lino, especias, piedras preciosas, melones, uvas y, por supuesto, seda. Fue también la época en que empezaron a construirse algunos de sus grandes monumentos arquitectónicos.

Samarkanda
Samarkanda: Mausoleo de Tamerlán. Foto: Willard84, Wikipedia.

La plaza de Registan (“lugar de arena” en persa) es la estampa más típica de Samarkanda. Era el centro de la ciudad. Tiene planta cuadrada y en tres de sus lados se alzan tres imponentes madrasas. La madrasa de Ulug en el lado oeste fue terminada en 1420, bajo el mandato del propio Ulug Bey, y exhibe mosaicos con temas astronómicos. Solía albergar cerca de un centenar de estudiantes de ciencia, astronomía, filosofía y teología.

La madrasa Sherdor en el lado este fue construida en 1636 por el emir Shaybanid Yalangtush, como una imagen de espejo de la madrasa de Ulug, excepto por la decoración de los leones rugiendo, en una evidente transgresión de las reglas islámicas. La madrasa Tilla-Kari fue terminada en 1660, con decoración dorada y con un hermoso patio.

La mezquita Bibi-Khanim está en ruinas. Es un gigantesco edificio que lleva el nombre de la esposa de Tamerlán. Bibi-Khanim era sobrina de Gengis Khan y ella misma ordenó su construcción. Según la leyenda, el arquitecto cayó rendido de amor por ella y rechazó terminar el trabajo a menos que ella accediera a besarlo. Pero aquel beso dejó una marca, y el ultrajado Tamerlán exigió la muerte de ambos y decretó que las mujeres de su imperio usarían a partir de entonces velos para cubrir su rostro. En cualquier caso, la mezquita, con su puerta principal de más de 35 metros de altura, era uno de los edificios más grandiosos de Samarkanda. Se derrumbó en un terremoto en 1897.

Samarkanda
Samarkanda: Mezquita Bibi-Khanym. Foto: Arian Zwegers, Wikipedia.

La tumba de Tamerlán se compone en realidad de dos tumbas, hay una falsa, bajo la cual se encuentra la auténtica. En 1941 los investigadores rusos dirigidos por Mikhail Gerasimov desenterraron el cuerpo que yacía allí y comprobaron que, con toda probabilidad, se trataba realmente de Tamerlán, es decir Timur Lang o Timur el cojo. El cadáver tenía una pierna considerablemente más corta. A partir de los restos del cráneo se efectuó una reconstrucción de cómo podría ser el rostro del gran emperador mongol.

El madrileño Ruy González de Clavijo visitó la corte de Tamerlán, como ya hemos contado en otro lugar.

Aunque el sucesor de Timur, Shah Rukh, trasladó la capital a Herat, Samarkanda continuó siendo próspera bajo el mandato de Ulug Beg, nieto de Tamerlán. Es este Ulug un interesante personaje en el que merece la pena detenerse. En su infancia viajó por gran parte del imperio de su abuelo y al ascender al trono su padre, Rukh, él se estableció en Samarkanda, ciudad de la que llegó a ser gobernador con sólo dieciséis años. El adolescente Ulug se propuso mantener a Samarkanda como el centro cultural del imperio. Entre 1417 y 1420 edificó la madrasa que lleva su nombre e invitó a astrónomos y matemáticos a estudiar allí.

Su interés personal se centraba en la astronomía y así en 1428 construyó un gran observatorio llamado el Gurkhani Zij. Modificó los telescopios y mejoró su precisión aumentando la longitud de su sextante. Los errores de bulto que encontró en los catálogos de los astrónomos árabes le llevaron a reubicar la posición de 992 estrellas fijas, a las cuales agregó 27 estrellas del catálogo de Al Sufi, que estaban demasiado al sur para ser observadas desde Samarkanda. El catálogo de Ulug Beg fue el primero original desde Ptolomeo.

En 1437 Ulug determinó la longitud del año sideral en 365d 6h 10m 8s (con un error de +58s). Tardó varios años en hacer la medición y utilizó un gnomon de 50 m de alto. Este valor fue mejorado en 28 segundos en 1525 por Copérnico. Ulug fue también notable por sus trabajos en matemáticas relacionadas con la astronomía, como trigonometría y geometría esférica.

Por desgracia Ulug no fue tan buen administrador como científico. Perdió algunas batallas con estados rivales y fue decapitado por su propio hijo mayor mientras peregrinaba a La Meca. En su honor un cráter lunar lleva el nombre de Ulug Beg desde 1830.

El poder mongol en Sogdiana se debilitó tras la muerte de Ulug y Samarkanda entró en declive. En 1447, fue tomada por los uzbekos. Cayó sucesivamente en manos de los persas, turcos e incluso de los chinos durante un breve período. La ciudad fue capturada por los rusos en 1868. Formó parte de la Unión Soviética y hoy pertenece al estado de Uzbekistán. En ella conviven unas cincuenta etnias diferentes.

Registan, Samarkanda
Samarkanda. Plaza de Registan. Foto: Ekrem Canli, Wikipedia.

“Cuentan -pero Alá es más sabio, más prudente, más poderoso y más caritativo- que en tiempos pasados y en épocas remotas, hubo un rey entre los reyes de Sassan, en las islas de la India y de la China. Era dueño de ejércitos y de sus auxiliares, de servidores y de un séquito numeroso. Tenía dos hijos, ambos heroicos jinetes, pero el mayor valía más aún que el menor. El mayor reinó en los países, gobernó con justicia entre los hombres, y por eso le querían los habitantes del país y del reino. Llamábase el rey Schahriar. Su hermano, llamado Schahzaman, era el soberano de Samarkanda Al-Ajam” (Las mil y una noches)

Bujara

Bujara ha sido uno de los principales focos de la civilización iraní, ya que durante largos períodos históricos formó parte del imperio persa. Se cree que fue fundada en el siglo XIII aC. Su nombre deriva de la palabra «monasterio» en sánscrito. Su arquitectura es uno de los pilares del arte iraní. Alberga unas trescientas cincuenta mezquitas y cien madrasas. Las cúpulas azules que coronan sus edificios, como las de Samarkanda y Khiva, eran el símbolo de Tamerlán.

Bujara
La ciudad vieja de Bujara al atardecer. Foto: Adam Jones, Wikipedia.

Uno de los conjuntos monumentales más importantes es el llamado Poi-Kalyan (significa «el pedestal del Grande» y el Grande se refiere al minarete). El conjunto consta de cuatro monumentos: la Mezquita y la madrasa Mini-arab, con sus fachadas enfrentadas; entre ellos está el minarete de Kalyan; al sur del Mini-arab está la pequeña madrasa Amir-Allimkhan. En Bujara, como en Samarkanda, también hay una madrasa dedicada a Ulug Beg.

La mayoría de su población la componen tajiks de habla persa. Es llamada La Meca de Asia Central, ya que es un importante lugar de peregrinación. En Bujara vivió durante muchos años el filósofo Avicena.

Khiva

Las primeras noticias históricas de la ciudad de Khiva fueron registradas por los viajeros árabes en el siglo X, pero los arqueólogos afirman que la ciudad existió desde el siglo VI. A principios del siglo XVII, Khiva se había convertido en la capital del Khanato de Khiva (también llamado Khwarezmia). En tiempos modernos cayó en poder de los zares rusos (1873) y luego, como toda la región, pasó a formar parte de la Unión Soviética. Las «tres perlas» pertenecen hoy a Uzbekistán.

Khiva
Khiva: Itchan Kala. Foto: Amos Chapple, UNESCO.
Khiva
Minarete en Khiva. Foto: David Stanley, Wikipedia.

La ciudad de Khiva se divide en dos zonas. La ciudad exterior, llamada Dichan Kala, está protegida por una muralla con once puertas. La ciudad interior, o Itchan Kala, está rodeada por murallas de ladrillo, cuyos cimientos se cree que pueden fecharse en el siglo X. Las actuales datan de finales del siglo XVII y alcanzan una altura de 10 metros. La ciudad vieja conserva más de 50 monumentos y 250 antiguos edificios históricos. La mezquita Djuma, por ejemplo, fue erigida en el siglo X y reconstruida en 1789, aunque su célebre pasillo del hipóstilo todavía conserva 112 columnas pertenecientes a la antigua estructura.