Lanfeust de Troy

Excelente cómic de Tarquin y Arleston.

Cada ciudadano de Troy posee una capacidad mágica, más o menos útil. El joven Lanfeust puede calentar el metal con los ojos, por lo que, lógicamente, empezó siendo el herrero del pueblo. Pero el contacto con la espada del caballero Oro Azur, procedente de las lejanas Baronías, le confiere un poder muy superior. Es debido a la empuñadura hecha de marfil del mítico animal Mogohamoth. El viejo y sabio Nicolaso decide llevar a Lanfeust a los eruditos de Eckmül, para que analicen su extraño caso.

En compañía de C’ian y Cixi, las dos hijas de Nicolaso, emprenden el viaje que les llevará a extrañas y mágicas aventuras, siempre presididas por el buen humor. La rubia C’ian es la seria y recatada novia de Lanfeust y posee el poder de curar cualquier herida a distancia, incluso para regenerar un miembro amputado, aunque su poder solo funciona de noche. Cixi, a diferencia de su hermana, es una morena ligera de cascos, que tiene el poder de transformar el agua de estado, a hielo o vapor. Durante el largo y peligroso viaje encuentran a Hebus el troll, salvaje y sangriento habitante de los bosques, que gracias a un hechizo de Nicolaso se convierte en su amigo y cuya inmensa fuerza les sacará de apuros en la mayoría de las aventuras; por desgracia, el hechizo se rompe a veces, devolviendo al troll a su estado salvaje e incontrolable.

Una serie que podríamos clasificar como de estilo clásico dentro del género fantástico, con un guión lleno de humor, situaciones cómicas y diálogos ingeniosos, a cargo de Scotch Arleston; los dibujos del franco-argelino Didier Tarquin tienen un estilo ligeramente caricaturesco y logran que todos los personajes -hasta los «malos»- se hagan simpáticos. La serie es un best-seller en Francia, aunque ni sus propios autores creían al principio en ella. En España, Norma publicó el primer número, que acabó en los cajones de saldos. Ahora Devir está editando la serie completa, de la que acaba de salir el número 4, de un total de ocho.