Sigue siendo necesaria una renovación.
Hoy domingo acaba la Feria del Libro de Madrid 2013. La verdad es que entre unas cosas y otras este año he estado a punto de no ir. Finalmente me pasé por allí el viernes y no sé muy bien para qué.
Continúa el gigantismo de la feria. Aunque este año se haya reducido el número de casetas, 353 siguen siendo muchas. Alguien que le dedicara solamente un minuto a cada una tardaría casi 6 horas en verlas todas. Lo siento por las librerías corrientes, pero sigo pensando que deberían acudir solo editoriales y librerías especializadas. O hacer dos ferias separadas.
No tiene sentido recorrer docenas de puestos para ver una y otra vez los mismos libros, best-sellers que están en cualquier librería en cualquier época del año. Si voy a la feria es para explorar, para buscar cosas que normalmente no están a la venta en las tiendas que visito habitualmente. Si para encontrarlas tengo que caminar kilómetros bajo el calor, prefiero localizarlas en Amazon desde casa ¿lo pillan señores libreros?.
Los precios de los libros, incluso con el descuento, siguen siendo muy altos, pero eso no es problema de la feria, naturalmente, sino de los editores, que siguen en sus trece, repitiendo los mismos errores que están hundiendo el sector discográfico. ¿En serio creen que pueden seguir cobrando 20 euros por un libro de papel en un país con 6 millones de parados y siendo mileuristas la mitad de los que trabajan? ¿No ganarían más poniendo ebooks en la red a un precio razonable? En fin, allá ustedes.


No sé qué conclusiones sacarán los organizadores de la feria. Supongo que si las ventas les han compensado el esfuerzo estarán contentos. Yo salí de allí con la sensación de que probablemente el año próximo no me apetezca volver. Aunque seguramente volveré.
Sitio web: Feria del Libro de Madrid