Megalaya es un pequeño estado perteneciente a la India, que se independizó de otro estado más grande, Assam, en 1972. Su nombre significa «La morada de las nubes» en sánscrito. La población es de etnia khasi y mayoritariamente cristiana (70%). La capital, Shilong, situada a 1.500 metros de altitud, es conocida como la Escocia de Oriente, debido a que las colinas que rodean la ciudad recuerdan a los británicos el paisaje escocés.
Antes de hablar de otros temas, no me resisto a comentar la anécdota sobre los curiosos nombres de la gente. Un conocido político se llama Adolf Lu Hitler Marak y podemos encontrar otros ciudadanos como Lenin R. Marak, Stalin L. Nangmin, Frankenstein W. Momin, Billykid Sangma o Tony Curtis Lyngdoh. Parece ser que durante la ocupación británica, la población local escogió nombres europeos sin conocer su significado por resultar “modernos”.
Pero lo más interesante es que Megalaya es uno de los lugares más húmedos del planeta. La ciudad de Cherrapunji presenta una media anual de precipitación cercana a los 12.000 mm y está considerada como la más lluviosa del mundo (aunque la localidad colombiana de Lloró le dispute tal honor).
Cherrapunji recibe las lluvias del golfo de Bengala, donde se origina el monzón de verano. Las nubes vuelan desde el mar, cruzan sin obstáculos sobre las planicies de Bangladesh y llegan a las colinas Khasi, que se elevan abruptamente desde la llanura hasta una altura de unos 1.370 m sobre el nivel del mar. La geografía formada por colinas y valles profundos canaliza las nubes cargadas de humedad que convergen sobre Cherrapunji. Los vientos empujan las nubes de lluvia a través de estas quebradas y escarpadas laderas que se cubren de niebla.
Como consecuencia de este clima extremadamente húmedo, más del 42% de la superficie de Megalaya está cubierto por espesos bosques subtropicales, con una gran biodiversidad de flora y fauna, considerados como uno de los hábitats botánicos más ricos de Asia. Una pequeña parte de esta superficie forestal forma lo que se conoce como bosques sagrados. Se trata de pequeños núcleos de bosques muy antiguos que han sido conservados por las comunidades indígenas durante cientos de años, debido a creencias religiosas y culturales. Estos bosques son el hábitat de muchas especies de animales y plantas raras y están reservados para los rituales religiosos y en general permanecen protegidos de cualquier tipo de explotación. La Reserva de la Biosfera Nokrek en las colinas de Garo Occidental y el Parque Nacional Balaphakram en el Garo Hills Sur se consideran los sitios más ricos en biodiversidad en Megalaya.

Como casi siempre llueve, los ríos son a menudo peligrosos de vadear. Los nativos han resuelto este problema mediante los ‘puentes de raíces vivas’, unos puentes simples hechos de las raíces de los árboles de algunas especies, como el ficus elastica, que brotan a los lados del cauce. Las raíces cruzan de un lado a otro y con el tiempo crecen y se hacen suficientemente largas y gruesas como para formar un puente. Algunos alcanzan longitudes de 40 metros y permiten el paso de varias personas a la vez.
Otra de las consecuencias del abundante agua que corre por su territorio son las espectaculares cascadas, que en ocasiones caen a través de la persistente niebla. Las ciudades de Megalaya tienen fama de ser las más limpias de toda Asia y con tanta agua no es de extrañar.
Todos estos valores naturales y paisajísticos convierten a este pequeño estado de la India en uno de los favoritos de los practicantes de ecoturismo.