El lenguaje y el estilo del esperpento de Valle-Inclán.
Valle-Inclán se distingue por su voluntad constante de estilo artístico. En su primera etapa se caracteriza por la exhibición de la belleza sin más justificación. Posteriormente con la invención del esperpento, en particular Luces de Bohemia, el lenguaje es renovador con mezcla de cultismos, que se utilizan de manera irónica y deliberadamente pedante y expresiones populares y hasta barriobajeras, así como el uso de palabras deformadas. Tan pronto se alude a la mitología griega o a la teosofía, como a expresiones del argot madrileño o del lenguaje gitano.
“Según la Real Academia Española, esperpento es un hecho grotesco o desatinado. Más específicamente, el término se utiliza para designar un estilo literario creado por Ramón María del Valle-Inclán (y la generación del 98), y que se caracteriza por la deformación grotesca de la realidad, al servicio de una implícita intención crítica de la sociedad. Como afirmó Valle-Inclán en Luces de Bohemia (obra representativa del estilo y donde éste es definido): “el sentido trágico de la vida española sólo puede ofrecerse con una estética sistemáticamente deformada”.
El profesor Juan Carlos Jiménez destaca como rasgos de estilo más relevantes de Luces de Bohemia:
— El lenguaje pedante o cursi.
— El uso paródico de frases literarias: Al final de la escena VII, D. Latino parodia un verso del Canto a Teresa de Espronceda:
“Truéquese en risa mi dolor profundo…
Que haya un cadáver más, ¿qué importa a este mundo?”— El uso de gitanismos: “gachó” (individuo), “mulé” (matado), etc.
— Voces callejeras. “dar el pan de higos”, “colgar” por empañar, etc.
— Utilización de vulgarismos: “dilustardo”, “cuála”, etc.
— Apócope o supresión de sílabas al final de una palabra: “la propi”, “la delega…”, etc.
— Madrileñismos: “beatas”, por pesetas; “estar afónico”, por no tener dinero, etc.
— Uso de galleguismos, “ cachiza” y americanismos, “briago”.
— El nivel culto del lenguaje se presenta a través de: voces griegas: “eironeia”, voces latinas: “salutem plurimam”, referencias históricas: “Artemisa”, “Belisario”; referencias mitológicas: “La laguna Estigia”, la ceguera es el “regalo de Venus”, etc.
Alonso Zamora Vicente analiza el origen del lenguaje populachero en la obra:
No es, pues, motivo de admiración grandilocuente la aparición literaria de una lengua marginal, cínica, lengua de la taberna y del prostíbulo, del suburbio y de la marginación. Juan Ramón nos legó un retrato de Valle charloteando en argot con las camareras de Candelas, en plena calle de Alcalá. También Gómez de la Serna ha insistido en esa cualidad. Baroja habló de la característica de los bohemios de hablar en «cínico y en golfo». Podemos afirmar que todo el país estaba invadido por ese rasgo. Por si no nos bastara lo recordado de la más alta instancia de la nación, releamos a Gómez de la Serna, en Retratos contemporáneos: «La gran chulería de Valle era asombrosa, pero respondía a ella, sobre todo en los últimos tiempos de decadencia, desde el Presidente del Consejo liberal hasta el editor que no quería pagar a nadie».
El propio Zamora Vicente destaca que la mirada afectuosa hacia esa lengua suburbial es también un fenómeno de raíces literarias de ascendencia romántica.
Fragmento de la escena duodécima en la que Max explica a don Latino lo que es el esperpento:
MAX.- ¡Don Latino de Hispalis, grotesco personaje, te inmortalizaré en una novela!
DON LATINO.- Una tragedia, MAX.- .
MAX.- La tragedia nuestra no es tragedia.
DON LATINO.- ¡Pues algo será!
MAX.- El Esperpento.
DON LATINO.- No tuerzas la boca, Max .
MAX.- ¡Me estoy helando!
DON LATINO.- Levántate. Vamos a caminar.
MAX.- No puedo.
DON LATINO.- Deja esa farsa. Vamos a caminar.
MAX.- Échame el aliento. ¿Adónde te has ido, Latino?
DON LATINO.- Estoy a tu lado.
MAX.- Como te has convertido en buey, no podía reconocerte. Écharne el aliento, ilustre buey del pesebre belenita. ¡Muge, Latino! Tú eres el cabestro, y si muges vendrá el Buey Apís. Le torearemos.
DON LATINO.- Me estás asustando. Debías dejar esa broma.
MAX.- Los ultraístas son unos farsantes. El esperpentismo lo ha inventado Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse en el callejón del Gato.
DON LATINO.- ¡Estás completamente curda!
MAX.- Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada.
DON LATINO.- ¡Miau! ¡Te estás contagiando!
MAX.- España es una deformación grotesca de la civilización europea.
DON LATINO.- ¡Pudiera! Yo me inhibo.
MAX.- Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.
DON LATINO.- Conforme. Pero a mí me divierte mirarme en los espejos de la calle del Gato.
MAX.- Y a mí. La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta. Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.
DON LATINO.- ¿Y dónde está el espejo?
MAX.- En el fondo del vaso.
DON LATINO.- ¡Eres genial! ¡Me quito el cráneo!
MAX.- Latino, deformemos la expresión en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de España.
DON LATINO.- Nos mudaremos al callejón del Gato.