Las tres colas de la Tierra

Ciencia bizarra del año 1903.

Del artículo “¿Tiene la Tierra tres colas?”, en la revista Alrededor del Mundo nº 219, de 13 de agosto de 1903.

«El profesor Cox, apoyándose en afirmaciones de Arrhenius, Paulsen y otros, explica que es posible que la Tierra tenga colas semejantes a las de los cometas, y añade que es probable que las hayamos estado viendo, sin parar mientes en lo que eran.

«El Sol no es sólo una fuente de erupciones de materia ordinaria -dice el profesor- sino que además emite corrientes de corpúsculos cargados de electricidad. Siguiendo el camino de esos corpúsculos que descarga en el espacio, veríamos que cuando encuentran otro cuerpo, la Tierra, por ejemplo, cargan negativamente su atmósfera exterior, hasta que la carga es lo bastante fuerte para repelerlos.

Entonces el cuerpo con que tropieza desvía la corriente y ésta pasa por los lados de él en órbitas parabólicas. Sucediendo así las cosas, resultará que la Tierra, al encontrar estas partículas, se ve rodeada de ellas por todas partes, excepto por atrás, pues la misma fuerza de su marcha acarrea una especie de vacío detrás de ella».

Si pudiéramos situarnos en la Luna, veríamos a la Tierra arrastrando por detrás una doble cola, y teniendo por delante otras en dirección al Sol, las dos de atrás las veríamos más brillantes que las de delante.

Para comprender esto debe tenerse en cuenta que los corpúsculos que llenan el espacio se vuelven luminosos al ponerse en contacto con cuerpos sólidos como la Tierra.

Además explica el profesor Cox que la Tierra misma ayuda a aumentar esa luminosidad, porque su electricidad negativa repele a muchos corpúsculos, empujándolos otra vez en dirección al Sol; y caminando hacia él estos corpúsculos vuelven a ser cogidos por la corriente y arrastrados hacia la cola de la Tierra. El efecto producido es el mismo que si la Tierra proyectara un haz de luz hacia el Sol.

Es posible ver esa luz. Por lo menos existe la opinión de que la luz zodiacal, esa misteriosa claridad del horizonte que jamás ha sido explicada, no es otra cosa sino el haz de luz del que venimos hablando.»

No he podido averiguar quién es el “profesor Cox” citado en el artículo.

Pie de imagen original: Aspecto probable de la Tierra, vista desde la Luna (Las flechas indican la dirección de la marcha de los corpúsculos procedentes del Sol)