Estaciones de caravanas en la ruta de la seda.
Durante la serie de artículos que dedicamos a La Ruta de la Seda, quedó pendiente hablar de unos edificios que fueron fundamentales en su desarrollo, estas auténticas estaciones o postas llamadas en español caravasares (de la unión de los vocablos persas karawan = caravana y saray = vivienda o palacio).

Un caravasar (caravanserai o khan) es un edificio construido específicamente para alojar hombres, mercancías y animales a lo largo de las antiguas rutas de las caravanas. La principal área geográfica donde se implantaron fue Asia Central, aunque también existieron en el norte de Africa y el sudeste de Europa. Se construyeron varios miles (esto es un catálogo de los caravasares georreferenciados).

Su arquitectura se basa en reglas geométricas y en su diseño se emplea un número limitado de elementos definidos por la tradición, aunque dichos elementos se articulan, combinan y multiplican de modo que, dentro de una cierta unidad estilística, cada uno de estos edificios posee características específicas. Típicamente son edificios de planta cuadrada o rectangular, con una única puerta que, abierta de par en par, era lo bastante grande para permitir entrar a los camellos. El patio estaba casi siempre a cielo abierto, y a lo largo de las paredes interiores del edificio se extendían un número de recintos idénticos o compartimentos para acomodar a los comerciantes y sus criados, sus animales y su mercancía.

Cuando una caravana llegaba, los caravasares proporcionaban agua, no sólo para beber y lavarse sino también para las abluciones rituales. Incluso algunos ofrecían al viajero lujosos baños. También almacenaban el forraje para los animales y tenían tiendas donde los mercaderes podían comprar y vender sus géneros.
Por desgracia, a excepción de algunos bien conocidos, catalogados como monumentos históricos, la mayor parte se ha destruido totalmente y de los que se han conservado, muchos están desapareciendo lentamente. Cierto número de ellos merecería ser restaurado y algunos se podrían rehabilitar para su uso hoy día, por ejemplo, para el denominado turismo cultural.
La UNESCO tiene un programa para elaborar un inventario de caravasares de Asia Central.