La diva del british blues.
Dana Gillespie es uno de los muchos intérpretes que he podido conocer gracias a que hace años los grandes almacenes ponían a la venta en la época de rebajas una gran cantidad de vinilos al módico precio de cien pesetas. No era cosa de desaprovechar la ocasión de adquirir un LP de una cantante casi desconocida, pero con el aval de estar producida por David Bowie y contar en la grabación con el teclista Rick Wakeman. Además esa portada rojísima, ese atuendo, esa pose y esos ojazos incitaban a la compra. Era el año 1974 y el álbum se titulaba Weren’t born a man (RCA, 1973).
En la música se apreciaba una gran influencia del productor del disco, con su característico sonido electroacústico acompañando la voz grave, sensual y llena de matices de Dana, y alguna sorpresa, como la inclusión de ocarinas en alguna de las canciones. Una versión del tema Andy Warhol, composición del propio Bowie, salió editada en single.
Dana Gillespie (Londres, 1949) ha combinado su carrera como cantante con la radio, el teatro, el cine e incluso el deporte (fue campeona británica de esquí acuático). Se dio a conocer a finales de los 60 y ya en los 70 se apuntó al glam-rock, movimiento cuya figura indiscutible era Bowie. Sin embargo Dana se vio atraída enseguida por el blues: «Descubrí el blues en el festival popular americano de blues en 1962 y también viendo a los Yardbirds en el Marquee. El blues fue mi primer amor musical porque es terrestre, espiritual y honesto«. Pero antes de dedicarse enteramente al blues, Dana interpretó a María Magdalena en Jesucristo Superstar, la Acid Queen de Tommy e intervino en varias películas de distinto género.
La discografía de Dana Gillespie suma unos 50 álbumes, de los cuales yo solo he podido conseguir en España, además del citado arriba, el Blues it up (Ace, 1990) Blue one (Wolf, 1994) Back to the blues (Wolf, 1998) y Experienced (Ace, 2001). En todos ellos hay un excelente blues, en algunas ocasiones fuerte y contundente, en la frontera con el rock, y otras veces más próximo al jazz y al boogie.
Aunque son muchos los músicos que han intervenido en sus grabaciones, Dana siempre ha contado con unas buenas secciones rítmica y de viento, esta última suplantada en ocasiones por la electrónica. Quienes disfruten oyendo a gente como Stevie Ray Vaughan o nuestro Vargas, posiblemente también apreciarán estos discos de la Gillespie.
En los últimos años a Dana le ha dado la fiebre del misticismo oriental y ha creado un grupo llamado Third Man para hacer música inspirada por el gurú Sathya Sai Baba. En fin, cada uno es muy dueño de inspirarse en lo que más le convenga, pero yo me quedo con los discos de blues. Recientemente Dana ha terminado un libro titulado Mirrors of love, una colección de proverbios sagrados de eminentes santones, visionarios y otros diversos seres espirituales.
Más información, incluyendo biografía, discografía completa y galería de fotos, en la página oficial de Dana Gillespie.