La blogosfera cultural, una ilusión

Epitafio para los blogueros culturales románticos.

Hace tiempo que quería escribir sobre el asunto, siempre espinoso, del estado de la blogosfera, en particular sobre la blogosfera cultural, que es en la que Futuro pasado se incluye. Un acertado post de Geografía subjetiva, El bloguero romántico. De la irrelevancia a la desaparición, me da pie para empezar.

Dice Manuel, el Geógrafo Subjetivo, que cada día tiene más la impresión de que los blogueros románticos están dejando de existir. Una de las pruebas de que lo que dice es cierto es la práctica desaparición de una blogosfera cultural numerosa y activa que existió hasta hace apenas un año y medio. Son ya muchos los blogs de arte y cultura que han sido abandonados por sus autores, ante la imposibilidad de competir con los escritos por profesionales que tratan de temas “serios”: tecnología, economía, marketing, emprendedores… Cuando digo “competir” me refiero a disputar el tiempo, necesariamente limitado, que los internautas dedican a la lectura de blogs.

Entre los que no actualizan desde hace muchos meses, o lo hacen muy de tarde en tarde, se encuentran blogs que en su día fueron señeros, como Vailima, Analizarte, Contemporaneizarte, Aura Archange Maudit, La funámbula, Gentehistoria, Ovejas eléctricas, Bubastis, Arte en la red, Observatorio de Arte…

Por otro lado, han aparecido últimamente blogs que son verdaderos medios de comunicación, con redacciones compuestas por varias personas, incluso repartidas por todo el territorio nacional en algunos casos. Tienen clara intención comercial y su principal contenido es la información sobre exposiciones, mesas redondas y demás acontecimientos culturales. Les deseo suerte aunque me temo que, desde el punto de vista del negocio, lo van a tener difícil.

En un artículo para ABC, Antonio Cambronero calificaba la actual situación de la blogosfera en general como de “pérdida de inocencia”. La blogosfera se ha comercializado y es sabido que en España la cultura no vende. A pesar de que se intentan confundir interesadamente, la separación entre industria cultural y cultura es cada día mayor. Esta última es cosa de románticos, de esos blogueros románticos que están dejando de existir.

Hace ya mucho que en los diarios la sección de cultura fue sustituida por una de ocio y espectáculos, aunque en algunos casos siga conservando su antiguo nombre. ¿Por qué los blogs iban a evolucionar de forma diferente a como lo han hecho la prensa, la radio y la televisión?

Así, nos encontramos que la antigua blogosfera cultural ha sido suplantada por otra compuesta por blogs que publican contenidos divertidos, curiosos, sorprendentes, cuyos autores buscan deliberadamente la complicidad del lector y suelen lograrla, como lo demuestra su continua presencia en la portada del célebre filtrador de contenidos de color naranja. Simulacro, narcisismo, espectáculo… Es Disneyblogandia. O, una vez más, Baudrillard riendo a carcajadas en su tumba.