«No hay nada tan arriesgado como llevar una vida normal en cualquier ciudad de Europa».
El lugar y la fecha de nacimiento de Violet Olivia Cressy-Marcks (de soltera Rutley) son desconocidos. Se supone que era inglesa y nació en 1895 (en algunos sitios se indica en 1890). Tampoco se sabe mucho de la infancia de esta mujer singular, ni de su vida anterior a su primer matrimonio, aunque parece que perteneció a una familia acomodada y su interés se centraba sobre todo en la arqueología.
Cuando empezó a viajar ya se había divorciado del capitán Cressy-Marcks. En 1925 recorrió Africa de Norte a Sur (de Cairo a Cabo, como don Enrique) y en 1928 fue de Escandinavia a Murmansk (Rusia) en trineo.
Escribió solamente dos libros. El primero de ellos, Up the Amazon and Over the Andes (publicado en 1932) narra su primer viaje a Sudamérica. En él se incluye un episodio que muestra el temperamento de esta mujer. Mientras estaba durmiendo en la región del Amazonas, una serpiente se deslizó bajo su mosquitera y la mordió debajo de la rodilla. Ella agarró al reptil por la cabeza y lo aplastó contra una roca. Como no sabía si la serpiente era venenosa o no, se abrió la herida con un escalpelo y se introdujo una tableta de permanganato potásico. Después permaneció unos instantes mirándose a un espejo (llevaba meses sin usar uno) para ver si su rostro se había vuelto gris o sus labios presentaban un color extraño. Aparte de encontrarse más delgada no notó nada de particular. Luego se tomó un café, dio un paseo y volvió a acostarse. Estaba en paz con el mundo, así que no había nada de qué preocuparse.
En 1932 se casó de nuevo, con un tal Francis Fisher, que la acompañó a Asia. Era la primera vez que viajaba con alguien que no fuese un guía o un criado. En Etiopía, durante la invasión italiana, viajó de Addis Abeba a Nairobi y visitó los frentes de guerra etíopes y eritreos, para grabar películas. Desde Burma pasó a China, llegando a Dali, antigua capital de los bai.
En plena guerra civil se dirigió hacia el noroeste del país para hacerle al futuro presidente Mao Zedong una entrevista, en los barracones del ejército rojo, que duró cinco horas. Al año siguiente fue corresponsal del Daily Express en Chungking. Estos hechos son narrados en su segundo y último libro Journey into China, publicado en 1940.
Violet se especializó en conflictos políticos y hasta 1945 ejerció de reportera para el diario mencionado, en España, India, Turquía, Tibet y varios países de Africa. En 1956, mientras daba la vuelta al mundo, su marido falleció en Nassau.
Su trabajo era tan importante para ella que estaba dispuesta a correr grandes riesgos en sus viajes. Cuando alguien le preguntó cómo podía ser tan valiente para arriesgar su vida en viajes que acarreaban dificultades, tales como enfermedades, alimentación escasa y disturbios políticos, ella contestó que no hay nada tan arriesgado como llevar una vida normal en cualquier ciudad de Europa, expuesta a ser víctima de los ladrones, los lunáticos y los accidentes; y que, en todo caso, ningún hombre sabe la hora de su muerte. La suya llegó en 1970.
Este artículo sobre Violet Cressy-Marcks es un capítulo del libro Mujeres singulares, que puede adquirirse en Amazon.